Los coches conectados, una realidad para poner freno a los accidentes

Los automóviles conectados, es decir aquellos que cuentan con sistemas de comunicación entre vehículos (V2V) y con el entorno, están ganando terreno, hasta el punto de que ya superan la mitad de los vehículos que se comercializan. Estados Unidos, China y Europa concentran el 80% de las ventas, según la última investigación de Connected Car Services de Counterpoint.

Los primeros automóviles 5G se introdujeron en China en 2020 y desde entonces los principales fabricantes se han ido sumando a esta tendencia con diversos modelos. No obstante, años antes ya circulaban los vehículos conectados a través de 4G. Esta proliferación se debe a los numerosos beneficios que integran durante la conducción y al avance de estos sistemas.

¿Qué es el coche conectado?

Cuando hablamos de coche conectado hay un sinfín de términos que se abren paso entre ellos inteligencia artificial, internet de las cosas o digitalización. Este tipo de vehículos tienen una característica común y es que son capaces de intercambiar información con otros vehículos y con un entorno adaptado de forma inalámbrica.

Para ello, el coche debe tener acceso a Internet ya sea a través de la tecnología 4G o 5G, aunque va más allá de una pantalla en el vehículo con acceso a nuestro teléfono móvil o a determinados servicios de geolocalización. La evolución de estas bases es lo que se conoce como sistemas de comunicación V2V, V2I y V2X.

En el caso de la comunicación vehículo a vehículo permite que los automóviles intercambien información relevante durante la conducción como velocidad, ubicación o rumbo. De modo, que el sistema tiene información de lo que ocurre con otros vehículos de las proximidades en un radio de 360º y con un alcance de hasta 300 metros. Estos coches emplean alertas sonoras, visuales o sensoriales cuando detectan amenazas o riesgos para que el conductor pueda reaccionar con antelación y así evitar accidentes de tráfico.

Por su parte, los vehículos conectados a infraestructuras pueden intercambiar información con las infraestructuras por las que circula, siempre y cuando sean inteligentes. Esto puede aplicarse a carreteras, parkings o semáforos, entre otras. No obstante, el modelo más global de conectividad es el denominado V2X, ya que tiene la capacidad de conectarse y comunicarse con todo lo que le rodea.

Eso sí, hay que tener en cuenta que el coche conectado no es un coche inteligente que realiza una conducción autónoma, en este caso el conductor siempre tiene el control del vehículo y la tecnología se limita a facilitar la toma de decisiones.

Ventajas de los vehículos conectados

Una de las ventajas más importantes de esta conectividad inmediata con los diferentes actores del entorno próximo es la seguridad. El hecho de que la información llegue de forma inmediata al vehículo permite corregir situaciones que podrían desembocar en una colisión, una salida de la vía o un atasco. De modo, que además se ahorra en tiempo, ya que estos sistemas permiten elegir el trayecto más corto en ese momento determinado. Esto es posible porque indica los puntos en los que hay una retención puntual por un accidente o por cualquier tipo de imprevisto, así como por condiciones climatológicas adversas.

Según los datos del III Observatorio de la Movilidad Sostenible de España los vehículos conectados permitirán salvar 11.000 vidas y evitar un total 260.000 accidentes al año. Esto se debe a que el coche conectado puede avisar de la presencia de un peatón, aunque esté escondido detrás de otro vehículo, de la existencia de obras en un determinado punto, advertir de que un semáforo va a ponerse en rojo o que se aproxima un vehículo en un cruce con poca visibilidad.

Además, hay otros beneficios que deben tenerse muy en cuenta:

  • Conducción más eficiente y sostenible: pueden evitar la expulsión de 400.000 toneladas de CO₂ a la atmósfera al año.
  • Comodidad y facilidad para llegar al destino deseado.
  • Funciones avanzadas: el propio vehículo se encarga de llamar a Emergencias si fuera necesario, puede reservar plaza en un parking antes de llegar o proporcionar información del precio de las gasolineras, por lo que permite ahorrar en el coste del combustible.
  • Manejo a distancia de determinadas funciones como ver la gasolina que le queda al vehículo o encender el climatizador.
  • Mejora del mantenimiento: permite conocer de forma exhaustiva el estado del vehículo, así como programar las revisiones, recibir alertas de fallos, analizar el desgaste de la batería e incluso del impacto medioambiental del vehículo.
  • Permite a los pasajeros conectarse al wifi.

¿Qué tipo de vehículos pueden emplear estos sistemas de comunicación V2V?

Los avances son imparables y aunque en un principio están pensados para todo tipo de vehículos de motor como los coches, camiones, autobuses o motocicletas, lo más probable es que tanto peatones como bicicletas acaben usando esta tecnología. De modo, que se garantiza también su visibilidad y su seguridad.

Estos vehículos demuestran una vez más que la conectividad es garantía de éxito, ya que simplifica determinados procesos, aporta seguridad, eficacia y reduce los tiempos. Una estrategia que también utiliza el software Authemis de gestión de flotas de Tasarauto para corregir desviaciones, agilizar trámites, poner en contacto a todos los interlocutores dentro del proceso y ahorrar en costes y tiempo.

 

Claudia Carrascal

Periodista, responsable de comunicación

Tasarauto Global Services